Con frecuencia, las empresas implementan soluciones en la nube y pronto advierten que están pagando más por la combinación de sus infraestructuras en la nube y locales. En muchos casos, las organizaciones descubren los inconvenientes de un consumo sin restricciones de servicios en la nube.

Históricamente, era relativamente fácil para los responsables de la planificación de infraestructuras conocer y predecir los costes de los centros de datos, por las limitaciones que había a la hora de añadir servidores y recursos a nivel local. Por el contrario, la nube pública permite, básicamente, un consumo ilimitado e inmediato. Normalmente, esto significa que las organizaciones toman continuamente medidas en función de las facturas de los proveedores de servicios en la nube donde se les cobra más de lo que esperaban y se esfuerzan en encontrar formas de reducir ese consumo en la nube o de compensar esos gastos con ahorro de costes relacionados con el centro de datos. Con el paso del tiempo, esto conlleva subidas y bajadas de los costes, donde no se produce un ahorro real.

La estrategia Cloud Right

Utilizar Cloud Right™ significa que la organización puede establecer una gráfica predecible de reducción de costes, mucho más en sintonía con los resultados y la rentabilidad de la empresa. Un estudio reciente de DXC ha demostrado que los clientes que han modernizado sus aplicaciones para realizar la migración desde su infraestructura local a la nube o TI híbrida mejoraron del 12 al 34 por ciento de media su coste total de la propiedad (TCO).

¿Cómo podría conseguirlo? Considera las siguientes medidas:

• Identifica las aplicaciones que mejor se adapten a la nube y al entorno local. Ten en cuenta qué aplicaciones deberían, por lógica, trasladarse enseguida a la nube y cuáles se podrían trasladar en el futuro. Establece un conjunto definido de criterios para elegir una plataforma en vez de otra. Por ejemplo, las aplicaciones que utilizan los clientes que requieren un desarrollo continuo se podrían beneficiar de la agilidad de la nube pública. Por el contrario, las aplicaciones que casi nunca se modifican y que no necesitan incluirse en los nuevos servicios son una buena elección para permanecer en la infraestructura local. En la mayoría de los casos, esos recursos locales ya se han adquirido en propiedad y pueden ofrecer años de retorno de la inversión.
• Asegúrate de que se puede realizar una mejor contabilidad de los costes. La estructura tradicional de los costes de las inversiones iniciales en activos fijos (CAPEX) pone un gran énfasis en los gastos iniciales en nuevas aplicaciones y servicios de negocio, y los costes operativos continuos están integrados y se da por sentado que crecen conforme crece la empresa. En el peor de los casos, los costes pueden seguir siendo los mismos, incluso cuando se reduce la demanda de productos de la empresa. La nube permite establecer una estrategia de gastos operativos que le da la vuelta al modelo de costes tradicional: no hay gastos iniciales de capital, sino gastos operativos que cambian constantemente en función de la demanda. La nube, sin embargo, ofrece una visibilidad mucho mayor de los costes reales de la TI asociados con la venta de un producto o servicio. Al asignar estos costes a unidades comerciales individuales y equipos de desarrollo de aplicaciones, las organizaciones pueden garantizar una mayor responsabilidad por los costes que se pueden medir constantemente con respecto a los objetivos comerciales.
• Explora nuevas formas de simplificar la infraestructura y operaciones de la TI. Uno de los errores más comunes relacionados con la estrategia tradicional de rehospedaje de la migración a la nube es que no se tienen en cuenta, o se relegan a un segundo plano, medidas fundamentales de ahorro de costes. Por ejemplo, las organizaciones pueden ahorrar grandes sumas de dinero racionalizando y eliminando aplicaciones duplicadas o infrautilizadas y optimizando continuamente los entornos de servidores virtuales para reducir la huella global de la infraestructura de TI. La modernización de las aplicaciones heredadas a la nube nativa puede crear un enfoque operativo más unificado basado en los principios de DevSecOps, lo que facilita el cambio final a la nube. Los ahorros de éstas y otras iniciativas se pueden reinvertir en la modernización del mainframe, creando aún más eficiencias y posible ahorro de costes.